Decidir a quién se atribuye la vivienda familiar tras un divorcio o separación de una pareja estable es uno de los puntos que más problemas causa en las relaciones entre los afectados. Este tema tiene que quedar resuelto, ya sea en el divorcio o separación de mutuo acuerdo o en procedimiento contencioso.
En esta situación hay varias opciones, como la de vender la que ha sido la vivienda familiar, que uno de los afectados se haga con la totalidad de la vivienda previo pago de la compensación, o que a uno de los dos se le atribuya el uso de la vivienda familiar, a pesar de mantenerse los dos como propietarios.
¿Qué sucede con la vivienda familiar tras un divorcio o separación?
Cuando existe un divorcio o una separación el futuro de la vivienda familiar debe quedar plasmado en el convenio regulador. Si no hay acuerdo al respecto, la atribución de la vivienda familiar tras un divorcio o separación quedará en manos del juez.
Si hay menores bajo la guardia y custodia de uno de los progenitores, el juez decidirá que sea éste último el que tenga el uso y disfrute de la vivienda familiar hasta que el descendiente alcance la mayoría de edad.
Aunque por regla general el juez atribuye al progenitor custodio el uso y disfrute de la vivienda familiar, hay varias excepciones:
- Se atribuirá la vivienda familiar tras un divorcio y separación al miembro de la pareja más necesitado en el caso que la guarda y custodia del menor sea compartida, que los cónyuges no hayan tenido hijos o que éstos sean mayores de edad.
- Una excepción que introdujo el Tribunal Supremo en su reciente Sentencia 641/2018, de 20 de noviembre hace referencia a que el cónyuge que tenía el uso y disfrute de la vivienda familiar tras el divorcio o separación dejará de tenerla atribuida si rehace su vida con una nueva pareja y ésta reside en el domicilio habitual.
Cristina Aguilar 